”¿Maestro Explicador o Ignorante? Claves para Evaluar el Rol del Docente en la Era de la IA”
Desde antes de Cristo el acceso al conocimiento siempre ha significado poder. A pesar de que no existían motores de búsqueda, ni la información era muy amplia o certera, quién ejercía poder era la persona que tenía las ventajas sobre la información, ya sea porque poseía conocimientos que otros no, o porqué su posición social generaba jerarquías y asimetrías a partir de lo que unos saben y otros no. La escuela por supuesto tampoco escapó a esto. El analfabetismo, las ideologías, el acceso a la información a través de la lectura y los libros, el acceso o no al internet, la alfabetización digital; han perpetuado esa relación de exclusión con el saber y diseñado una figura que llamaremos maestro explicador.
El maestro explicador es la pieza clave para perpetuar las desigualdades que propone el poder, en tanto jerarquiza el conocimiento en los que saben y los que no. Olvidando que cada estudiante tiene la posibilidad de evidenciar sus aprendizajes, es la pieza clave en la perpetuación de las desigualdades que produce el poder, pues hace uso del conocimiento para determinar quiénes son más inteligentes que otros de acuerdo al acceso, en tanto jerarquiza el conocimiento en los que saben y los que no a través de múltiples mecanismos de formación que refuerzan estas ideas. En contraste con esto aparece la figura del maestro ignorante desarrollado ampliamente en el libro titulado “El Maestro Ignorante” escrito por Jacques Ranciere, el cual propone, entre otros elementos, que el acceso al saber debe acercarnos o hacernos iguales en tanto todos tenemos la capacidad de aprender. En este sentido el uso de las AI como herramienta educativa se encuentra al servicio de igual manera ante estas dos figuras (maestro explicador e ignorante) la diferencia estará en el tipo de maestro que me exige esta nueva era de la AI.
Maestro explicador
El maestro explicador es el que usa lo que sabe cómo un botín al que otros deben acceder. Pensemos en la siguiente situación: un docente de pregrado es conocido entre los estudiantes como “el innombrable” según cuentan, su asignatura es muy difícil de ganar y siempre genera un retraso en el proceso formativo de los estudiantes. El docente es venerado en la facultad porque tiene doctorado internacional y consideran es el que tiene los conocimientos necesarios para desarrollar las competencias que esperan en estos profesionales. Sin embargo, la realidad es que los estudiantes que aprueban su asignatura, que son pocos, no lo hacen porque finalmente alcanzan unas competencias claras, sino porque adquieren una serie de conocimientos que dependen de la explicación directa del docente. Los que ganan son los que mejor repiten el discurso de su maestro.
Es entendible que al sentir limitado el acceso a la información el maestro quiera ocuparse de explicar lo que está vedado; sin embargo, olvida que en la acción misma de explicar hay de por sí un sesgo de interpretación que también puede ser transferido. El maestro explicador concibe la enseñanza como la transmisión necesaria de conocimientos donde el aprendizaje es la verificación de si el estudiante alcanzó o no el nivel que exige el maestro.
El estudiante aprende lo que el maestro traduce, por tanto, el aprendizaje se da por la escucha del docente. En este tipo de escenarios es común ver que las estrategias de enseñanza cobran protagonismo sobre las evidencias de aprendizaje, ocasionando que el centro de la formación sea el docente y no el estudiante.
Tradicionalmente los procesos formativos han albergado a estos maestros explicadores que categorizan y clasifican los aprendizajes de los estudiantes a la luz de parámetros inamovibles y experiencias que se repiten año tras año. En este contexto el acceso libre al conocimiento es una amenaza a las “buenas costumbres” y a las malas prácticas educativas que tradicionalmente han generado y perpetuado las discriminaciones y exclusiones de distintos grupos sociales.
Para estos maestros el uso de la inteligencia artificial está prohibida y claramente es una amenaza para alcanzar la formación de “súper habilidades” que los estudiantes deben aprender en su formación, pero que son competencias que antes de la existencia de la AI no las desarrollaban, actualmente tampoco y que según el pronóstico en el futuro si que menos que las van a adquirir. Por todas las aristas hay una pérdida de fe en el estudiante y en su capacidad para aprender; situación que Ranciere nombra como una especie de pérdida de la voluntad.
En este sentido, la AI es usada por el estudiante para empobrecer su conocimiento en tanto no tiene mayor directriz que la de prohibir su uso, porque en ella están las respuestas de las explicaciones que el maestro da como la evidencia de aprendizaje máximo que pueden alcanzar tras su enseñanza. En el mejor de los casos en algunas ocasiones se integran las AI como motores de búsqueda que con un poco de suerte ofrece información más actualizada que la que puede brindar el docente, evidenciando un uso pasivo de la información y claramente de la enseñanza.
Maestro ignorante
En contraste con el maestro explicador aparece la figura del maestro ignorante, el cual considera la enseñanza como volver disponibles unos saberes, otorgándole la confianza al estudiante de acceder a ellos a través del o los métodos que mejor le convengan. En este sentido presenta diferentes saberes, ofrece caminos, pero es finalmente el estudiante el que elige cuáles puede emplear de acuerdo a su contexto o los recursos disponibles.
El maestro ignorante asume de entrada que todos sus estudiantes pueden aprender y acceder al saber – lo interesante será – observar cómo lo va evidenciar particularmente cada uno y el grupo en general. En este sentido si el maestro deja de ocuparse por la transmisión centralizada de los conocimientos ¿de qué se ocupa?
Aunque el maestro es ignorante sabe y asume que todos somos igualmente inteligentes en tanto tenemos las mismas capacidades para aprender, las diferencias las encuentra en la voluntad que tiene cada uno y su sostenimiento a lo largo del tiempo. En este sentido, para el docente el punto de partida está en mantener la oferta, aunque no haya una demanda; motivando y poniendo disponible unos saberes y ofreciendo un acompañamiento consciente de los procesos y evidencias de aprendizaje, que subyacen a unos resultados de aprendizaje definidos con anterioridad. Esto de una u otra manera sostendrá la voluntad del estudiante aun cuando ni siquiera esté presente.
El maestro ignorante además de poner disponibles sus saberes, propicia los escenarios para que cada estudiante tome conciencia de lo que aprende y cómo lo hace (autoevaluación – coevaluación) ; generando escenarios para que los estudiantes se sientan capaces de aprender (meta cognición). Esto solo será posible en la medida en que el docente lleva a cabo un trabajo personal tal que es consciente de sus propias limitaciones y busca ayuda respecto a ellas, manteniendo la voluntad necesaria para construir una oferta que propicie aprendizajes y la autonomía en cada estudiante.
La voluntad del estudiante se nutre con la retroalimentación constante de los procesos de aprendizaje, identificando qué se aprendió, cómo se logró y qué aspectos quedan por alcanzar. Esto solo es posible a través de la evaluación formativa y los análisis de la información que devienen en la toma de decisiones oportunas para alcanzar una meta en común. Si el maestro ignorante quiere ocuparse de su labor tendrá que darles mayor relevancia a los escenarios de acompañamiento y dirección del aprendizaje de sus estudiantes, de manera que se exprese su voluntad y se mantenga la de sus estudiantes.
En consonancia con lo anterior desde esta perspectiva el maestro ignorante observa en la AI una potencialidad innegable para reducir procesos de transmisión de saberes y la realización de tareas dispendiosas como la planeación; para permitirle mayor disponibilidad de tiempo y energía para continuar su propia formación poniendo disponibles unos saberes actualizados, mantener su voluntad formativa, propiciar experiencias de aprendizaje, monitorear su avance y mantener la voluntad del estudiante a través de la motivación constante.
Las AI como asistentes del maestro ignorante.
Si en primera medida el acceso a la información devino en la reproducción de unas desigualdades y exclusiones ¿cómo garantizamos que el acceso a las AI y su funcionamiento no termine reproduciendo el modelo del maestro explicador? La respuesta es sencilla, no lo podemos garantizar; sin embargo, sí podemos elegir cómo hacer uso de la herramienta para generar una oferta que motive e induzca a los aprendizajes, mantenga la motivación y sostenga la voluntad de los estudiantes en su proceso formativo.
Para tal fin hemos identificado cinco formas de hacer uso de esta herramienta que nos acercarán cada vez más a la figura de un maestro ignorante:
- Planeación de las estrategias de enseñanza y aprendizaje.
- Integración de asistentes virtuales.
- Uso de plataformas de aprendizaje personalizado.
- Análisis predictivo.
- Generadores de contenido interactivo.
Estas formas de emplear las herramientas nos permitirán abordar aspectos indispensables para poner disponibles unos saberes, recoger evidencias de aprendizaje y analizar la información para tomar decisiones.
Uso de Prompts para planear
Para llevar a cabo una recolección suficiente de evidencias de aprendizaje y que además sean coherentes con las intenciones y necesidades formativas debemos planear qué se va alcanzar y cómo. Por ello el docente es el encargado de direccionar estos procesos definiendo las metas de aprendizaje (resultados de aprendizaje) y las estrategias que puede poner a disposición para cumplir el objetivo. En la elección de estas estrategias es fundamental que el docente haya realizado un análisis de las implicaciones prácticas de los resultados de aprendizaje para determinar de manera lógica y coherente aquellas que sean más particulares a un objetivo que a otro.
Elegir las actividades de enseñanza y aprendizaje es sólo una parte del proceso de construcción de una secuencia didáctica. Para ampliar en este tema te recomendamos dar click en el siguiente artículo: ¿Qué es la didáctica?
Para la tarea misma de seleccionar las estrategias más adecuadas ChatGPT puede ayudarnos a construir una secuencia lógica y coherente con las metas y particularmente con las variables que presentan nuestros estudiantes o el curso en general. De esta manera ahorramos tiempo, pero a la vez vamos construyendo interacciones con un sentido y en pro de evidenciar los aprendizajes esperados.
Para hacer uso de la herramienta desde la perspectiva de la enseñanza (diseño de estrategias de enseñanza) es necesario considerar 3 aspectos claves que deben tener los Prompts para que nos arrojen los resultados que queremos:
- La asignatura y el semestre académico a la que pertenece.
- El resultado de aprendizaje que se pretende abordar.
- Las intenciones formativas (incluye el método y las competencias que pretende desarrollar la asignatura y que tributan al desarrollo del perfil de egreso).
Con estos tres aspectos se construye el Prompt que nos arrojará el insumo para planear: cantidad de estrategias de enseñanza que se requieren + resultado de aprendizaje + programa y semestre académico + intenciones formativas.
Acá tenemos un ejemplo:
En lo que respecta al resultado de aprendizaje es importante puntualizar que en la construcción de estas metas será indispensable elegir acciones y evidencias de aprendizaje que el estudiante realmente pueda demostrar en un tiempo determinado. Para profundizar en este tema te recomendamos nuestra editorial sobre resultados de aprendizaje: Pautas Construcción Resultados de Aprendizaje.
Particularmente en lo que respecta a las intenciones formativas encontramos tres elementos claves: 1, poner al estudiante como centro de la formación (respondiendo al modelo formativo basado en competencias), 2, el método elegido por el docente o la institución para llevar a cabo su misión (constructivista) y 3, la elección de dos de las competencias que aparecen declaradas en el perfil de egreso (pensamiento crítico y actitud investigativa). De esta manera se espera que la herramienta pueda ser lo suficientemente específica como para brindarnos un amplio panorama de estrategias que nos permitan elegir cuáles son las más oportunas y adecuadas al grupo de estudiantes y a las situaciones específicas de formación que se presentan en cada asignatura.
El maestro ignorante evita las recetas ya que entiende que los desafíos formativos aparecen en la medida en que los estudiantes desarrollan sus aprendizajes. Por ello, con los resultados de estas búsquedas el docente construye una planeación de la enseñanza lógica y ordenada con los resultados de aprendizaje que previamente se han definido; aunque entiendo que este plan puede tener cambios y ajustes que probablemente estén acompañados de una nueva consulta en la herramienta.
De igual manera ocurre con el diseño de las estrategias de aprendizaje, sigue un patrón similar al que acabamos de mencionar; se espera que el Prompt contenga: cantidad de estrategias + resultado de aprendizaje + acciones o tareas esperadas del resultado de aprendizaje + el momento de la secuencia didáctica que se está planeando (inicial, intermedio, final).
Acá tenemos un ejemplo:
Particularmente en lo que respecta a las acciones o tareas esperadas del resultado de aprendizaje, será indispensable hacer un análisis de las implicaciones prácticas de dichos resultados. Para profundizar en este tema te sugiero observar el siguiente taller en línea sobre resultados de aprendizaje:
Cuando hablamos del momento de la secuencia didáctica nos referimos a la construcción de una secuencia de evidencias de aprendizaje que a través de diferentes momentos formativos pretende disponer unos saberes, confrontarlos y permitir al estudiante construir sus aprendizajes. Para ampliar este tema te recomendamos leer el siguiente artículo:
En resumen, una AI que puede ser usada para ampliar la información disponible respecto a una disciplina o contenidos particulares, puede convertirse en la herramienta más adecuada para poner disponible unos saberes oportunos y unos métodos o caminos para llegar a estos, que sean accesibles a cualquier aprendiz.
Integración de asistentes virtuales.
Un aspecto clave en la posición del maestro ignorante es el acompañamiento que debemos brindar a los procesos de aprendizaje, pero está claro que ni el tiempo ni la cantidad de estudiantes está alineado para llevarlo a cabo. En este sentido, las AI nos brindan la posibilidad de construir asistentes virtuales o ChatBot educativos como Watson Tutor y ChatGPT que son herramientas que funcionan como un asistente que resuelve inquietudes, brinda explicaciones y apoya los procesos autónomos de aprendizaje cuando se dan fuera del aula. Esta herramienta le permite al docente hacer presencia en momentos donde físicamente no es posible, pero el estudiante se encuentra en un momento de aprendizaje que sí lo requiere.
Además de profundizar en los contenidos este tipo de herramientas pueden guiar y recordar al estudiante la entrega de adelantos y tareas, además de contener alertas y recomendaciones diseñadas por los docentes como una forma de emplear y hacer seguimiento de las estrategias de aprendizaje que se buscan promover.
Uso de plataformas de aprendizaje personalizado.
Otras estrategias como el uso de plataformas de aprendizaje personalizado como DreamBox, Smart Sparrow, Knewton permiten adaptar los contenidos y ritmos de aprendizaje a las necesidades específicas. Con el uso del algoritmo se analizan los progresos individuales para ajustar el plan de estudio.
Con este uso de la herramienta el maestro ignorante podrá emplear mecanismos de mejora de los planes de estudio y ajustar las estrategias en tiempo real para tomar decisiones oportunas para lograr lo esperado.
Análisis predictivo.
Un punto importante en la formación que propone el maestro ignorante es la retroalimentación y el seguimiento oportuno del proceso. Para ello, herramientas como Civitas Learning y BrightBytes usan modelos predictivos para identificar estudiantes en riesgo de fracaso o deserción escolar.
Para emplearlo es necesario brindar los detalles de la planeación, ya que a partir de ellos y de los resultados que van obteniendo los estudiantes, el algoritmo analiza patrones de comportamiento, emitiendo alertas y permitiéndole al docente tomar acciones oportunas y prevenir comportamientos que vayan en contra del aprendizaje del estudiante.
Generadores de contenido interactivo.
Dentro de las acciones que pueden ayudar a trascender a un maestro explicador a un maestro ignorante están el uso de las plataformas interactivas, que, si bien ya han empezado un recorrido en el área educativa, se han ido perfeccionando en la medida en que se integran algunas funciones con AI.
Plataformas como Nearpod, Kahoot!, Quizlet que han sido diseñadas para apoyar el desarrollo de las clases de todos los docentes de diferentes niveles educativos, ofrece la posibilidad de recopilar datos, hacer estadísticas, ofrecer resultados que te permitirán no solo tomar decisiones sino también personalizar las experiencias de aprendizaje, adaptar los contenidos a diferentes niveles de comprensión y mantener la motivación.
Claramente el uso de las AI se ha convertido en un desafío importante para la educación donde las preguntas más allá del acceso y la alfabetización trascienden y se enfocan en el tipo de maestro que necesitan los estudiantes en este nuevo contexto, las habilidades que debemos poner en juego para explorar y emplear una herramienta para ponerla al servicio de la enseñanza y el aprendizaje.
La inteligencia artificial puede ser empleada como una herramienta de amenaza o de oportunidad para los procesos de enseñanza – aprendizaje. La diferencia estará en las intenciones y las acciones que, en búsqueda de la coherencia, permitan al maestro un acompañamiento mucho más consciente y enfocado en la evidencia de unos aprendizajes a través de múltiples herramientas y el desarrollo de procesos autónomos, dirigidos hacia una meta de aprendizaje que nos permitirán integrar un maestro ignorante.
En conclusión…
Lo anterior nos sitúa ante unos desafíos importantes donde convertirse en un maestro ignorante, con el auge de estas transformaciones digitales, nos exige no solamente conocimientos profundos sobre cómo emplear la herramienta, sino también disposiciones, análisis y voluntades que estén al servicio de la construcción de una educación que realmente nos transforme.
Escrito por: Daniela Cardona – ESE – Latam.