¿Eres docente y te gustaría mejorar la participación de tus estudiantes y crear un clima positivo para el aprendizaje y la disciplina?
Quédate aquí, a continuación te compartimos 10 consejos para gestionar un aula diferente:
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1- Crea una comunidad: establecer relaciones de afecto ayudará a mantener un buen clima. “Cuando hay afecto en el aire, habrá muchos menos problemas de conducta”, señala Rebecca Alber. En este sentido, es aconsejable fortalecer vínculos y conexiones entre los estudiantes. También propiciar gestos como el saludo respetuoso y la solidaridad.
2- Crea un ambiente seguro, agradable y disciplinado en la clase: detalles como la forma en que se ubican los pupitres, los afiches y carteles que ocupan las paredes y hasta la iluminación ayudarán a crear un ambiente positivo para el aprendizaje.
3- Incluye a los alumnos en la elaboración de reglas, normas, rutinas y consecuencias: esto implica propiciar acuerdos y lograr contratos entre los estudiantes, que les permitan tener el “control total en lo que se haya decidido sobre normas, expectativas y consecuencias en la clase”. No se debe perder de vista que las reglas traen consigo consecuencias, mientras que las rutinas y las normas tienen recordatorios.
4- Siempre sé tranquilo, justo y coherente: un maestro tranquilo, justo y coherente es aquel que no recurre a la furia, el sarcasmo o el enojo cuando los estudiantes parecen no responderle; implica además tratar a todos por igual y no hacer excepciones (y si las hiciera, explicar por qué). Hay que ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace. Y por supuesto, respetar la agenda y la estructura de la clase.
5- Conoce a tus alumnos: ir más allá de los estereotipos e intentar ver los acontecimientos desde el lugar de los estudiantes. Saber de dónde vienen, cómo viven, qué ideas traen desde sus hogares, ayudará a que, al momento de diseñar las clases, el docente pueda adecuar los contenidos para lograr un verdadero aprendizaje significativo.
6- Enfrenta los conflictos rápidamente y con inteligencia: esto significa que no debes dejar que los conflictos crezcan, debes abordarlos lo antes posible, sin acusar ni mostrar una postura agresiva.
7- Incorpora rituales positivos en la clase: realizar reuniones al inicio o al final de cada clase, dedicar espacios de tiempo a compartir experiencias buenas o ideas positivas, intercambiar estados de ánimo y sentimientos, entre otras actividades, ayudará a la creación de hábitos y rituales positivos.
8- Mantén el sentido de realidad: siempre que puedas, intenta relacionar el aprendizaje con las vidas y el contexto de los estudiantes. Integra en las clases los conocimientos previos de los estudiantes y los temas que son de su interés.
9- Trabaja junto con los papás y tutores: está de más hablar sobre la importancia de que las familias de los estudiantes y las escuelas estén en contacto.
10- Crea una variedad de canales de comunicación: es importante que estén a disposición diferentes formas y canales de comunicación para los estudiantes entre sí y con el docente. Usar Internet, redes sociales seguras, buzones de sugerencias, etcétera, permitirá que las clases se desarrollen con fluidez.