4 técnicas de subrayado

Aprende a estudiar utilizando la técnica de subrayado que mejor se ajuste a ti para retener la información relevante de un texto y facilitar la relectura

Cada vez es necesario aprender nuevas técnicas de estudio. Vamos a compartir una de las más usadas y simples: El método de subrayado.

 

Para estudiar textos impresos presenta diversas técnicas que te ayudarán a facilitar la revisión y la retención cuando debas rendir una prueba o realizar una exposición oral. Es ideal para involucrarse con el material desde su primera lectura, concentrarse en lo que comunica el autor y volver a estudiarlo más tarde. La Universidad de Minnesota en Estados Unidos, creó un documento que explica 4 técnicas de subrayado para que elijas aquella que mejor se ajusta a tu personalidad:

1• Pensamiento completo.

2• Pensamiento incompleto.

3• Subrayado tipo telegrama.

4• Señalización personalizada.

¿Qué es la técnica de subrayado?  

 

Consideraciones a la hora de subrayar un texto

Independientemente de la técnica de subrayado que utilices, lee el párrafo entero antes de marcar lo que consideres relevante. Tendrás una idea más precisa sobre lo que necesitas subrayar y lo que no. La clave está en determinar cuál es el enunciado que expresa la idea central del párrafo y qué detalles importantes complementan ese aspecto medular. La idea central refleja el pensamiento general que se discute en el párrafo, mientras que los detalles brindan ejemplos, respaldan, explican o extienden dicha idea.

 

Técnicas de subrayado

1Pensamiento completo: subraya todas las palabras que constituyan un apoyo importante a la idea principal del párrafo, tantas como consideres necesario y evita marcar aquellos que no aportan al concepto central. El texto señalado incluirá secciones explicativas que transmitan una idea clara. Por ejemplo, puedes marcar el primer enunciado completo pero solo parte del segundo porque el foco se encontraba allí.

 

La ventaja de este método de subrayado, es que lleva poco tiempo ya que únicamente requiere marcar una gran cantidad de palabras en enunciados claves. Es sencillo de ejecutar aunque se resaltan una mayor cantidad de términos que aplicando otras técnicas, lo cual implica más esfuerzo cuando necesites revisarlo posteriormente.

 

2. Pensamiento incompleto: marca las partes de los enunciados que contienen una idea principal o un detalle de apoyo irremplazable, tratando de resaltar solo el sector que transmite el concepto central de manera precisa. Rehúye a la tentación de subrayar un enunciado completo para generar el efecto resumen en cada enunciado. Los sectores marcados nos indican que hay conceptos o ideas claves que debemos comprender y ser capaces de desarrollar, por lo tanto, dependerá de tu capacidad para recordar el resto del texto, aquello que no se eligió como trascendental.

 

El pensamiento incompleto tiene la ventaja de prestarse a la recitación cuando lo revises, un método ideal para realizar una autoevaluación de preguntas y respuestas. Será fácil chequear las contestaciones de tus propias formulaciones porque estarán explícitamente señaladas, así como crear señales en la memoria para los interrogatorios de exámenes. No obstante, la revisión llevará un tiempo considerable ya que habrá muchas palabras que reprocesar.

 

3. Subrayado tipo telegrama: concéntrate en la esencia de cada enunciado, subrayando solo una idea fundamental y el apoyo imprescindible. El método de estudio evita las redundancias o palabras que pueden ser obviadas porque no alteran los significados medulares, como un artículo o una preposición. De este modo, los términos subrayados configurarán una especie de telegrama que abrevie lo importante.

 

Es una técnica que personaliza la escritura debido a la elección de palabras que se subrayan, tornándolo más amigable y corto para una relectura de rápida comprensión. Además, la revisión finaliza con una menor cantidad de palabras conceptuales subrayadas que facilitarán su incorporación. Sin embargo, requiere bastante tiempo para discriminar lo relevante y al leerlo nuevamente puede parecer más difícil porque faltan términos.

 

4. Señalización personalizada: puede utilizarse como una técnica en sí misma o como complemento a los tres primeros métodos. Se distinguirán las ideas principales y los detalles de apoyo aplicando símbolos como asteriscos, líneas, doble subrayado, colores o el elemento que consideres más práctico. Un doble subrayado podría referenciar una idea principal y un asterisco, su explicación. Lo mismo sucede con los colores, cada uno tendrá un significado especial. Recuerda aplicar siempre los mismos símbolos o colores para facilitar el proceso en todos los textos.

 

Su ventaja es que una vez generado el código, automatizas la práctica para agilizar el subrayado y la revisión. Ayuda a la concentración porque se destaca detalles que serán complementados con tu memoria, obligándote a recurrir al material para comprobar la exactitud de tus respuestas. Es una técnica que requiere un esfuerzo inicial mayor que otros métodos, por lo que deberás decidir si la relación inversión de tiempo-beneficio es conveniente para ti.

 

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Fuente: https://www.universia.net/es/actualidad 

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