El aseguramiento del aprendizaje en los tiempos de la IA Generativa o el cómo podemos estar asesinando el aprendizaje y la metacognición.
Este es un título rimbombante y reaccionario, lo sé, pero necesario. Necesario como una alerta, como una llamada de atención, como una alarma; y si será falsa alarma, solo el tiempo lo dirá.
Y mientras los tiempos pasan, debemos dejar claro nuestro punto de vista, no estamos en contra de la IA, si somos puristas, tal como lo expresa Yuval Noah Harari en su libro Sapiens: De Animales a Dioses, cuando el primer hombre en la historia usó la primera herramienta (un palo, una piedra) para un fin determinado, inició la historia de la IA, así que es imposible darle la espalda. Somos lo que somos, cultural y socialmente hablando gracias a la IA.
Lo que sí es necesario es enfrentar la IA poniendo en profunda, muy profunda reflexión y discusión, sus ventajas y desventajas, sus retos y puntos oscuros, para tomar decisiones prácticas y éticas sobre su uso. Esta carrera en últimas se trata de aprender de la IA, sin dejar de aprender.
Todo a un click.
Nuestra tesis es que el reto esencial al que nos enfrenta la IA, y sobre todo la IA Generativa es un reto llamado “aprendizaje y la metacognición”, ¿Cómo estamos aprendiendo? ¿Cómo estamos desarrollando procesos de metacognición y pensamiento crítico? En general los seres humanos queremos hacer todo de forma inteligente y sobre todo urgente, y eso nos lleva muchas veces a ignorar o suprimir el proceso. Y si tenemos toda la información a la mano, esto puede ir en contra del proceso natural de enseñanza y aprendizaje que hemos propuesto en los sistemas educativos, algo completamente peligroso.
Similar a la película “Click” de Adam Sandler, que retrata a un ejecutivo que por extrañas razones termina por usar un control remoto que le permite adelantar su propia vida en esos espacios que detesta, para solo seleccionar y vivir los que prefiere, por ejemplo: una semana dura de trabajo, la adelanta, su cuerpo está en piloto automático y su mente desconoce lo que pasa exactamente, pero se salta ese pedazo poco placentero de la vida. Su objetivo e intención es ascender en la compañía, y termina en parte por curiosidad y en parte por pereza, adelantando partes bonitas de su vida a la par que otras tediosas.
Su esposa le habló interrumpiendo, adelantemos 15 min, hasta que se cierre la boca; una reunión de trabajo innecesaria, adelantemos el tiempo; una visita esporádica de su padre, adelantemos. En este caso le era como ver una película, su propia película, adelantando esas partes que él no quería experimentar. Pensando solo en la intención final.
En ese espacio de tiempo, su perro muere, su padre muere, su esposa lo deja, sus hijos aprenden a odiarlo. A la par, él logra los objetivos en el trabajo, asciende al puesto más importante jamás imaginado, millonario, poderoso, pero obeso y con cáncer se pregunta, ¿todo esto para qué? y al final despierta, fue solo un mal sueño. Su familia, su perro, su puesto de trabajo sigue allí. Con todo lo bueno y lo malo que eso signifique, pero todo está allí.
Esta es una película que muestra las contradicciones del ser humano, amamos más el desenlace que la trama parafraseando a Drexler, planeamos vivir algún día felices, sin darnos cuenta que la vida es ahora mientras la planeamos. Deseamos aprender a hacer algo, pero quisiésemos que ese aprendizaje fuera rápido, sin tantos esfuerzos ni preocupaciones. Ignorando que ese amargo le da sabor a la vida, olvidando que luego del gran esfuerzo viene la gran recompensa; ¿y si no hay recompensa? No tiene por qué haberla. Intentarlo es vivir, vivir aprendiendo.
Pero queremos suprimir las partes duras, frustrantes, y quedarnos solo con lo mejor; y cómo aprender es incomodarse, cómo aprender es usar energía vital y tiempo para un objetivo, cómo es común desanimarse en los intentos, llega la IA Generativa con la promesa de hacerlo por ti…
“No aprendas, yo ya lo sé todo, solo úsame y deja de pensar, deja de aprender” es la voz de la IA que similar a una musa griega nos tienta.
¿Exagero? Vamos a este ritmo: Un traductor para no aprender idiomas, una calculadora para no hacer cálculos, un auto para no ser manejado, un antidepresivo para no pensar en la causa del dolor, una vida virtual para no vivir la real, una red social para no tener amigos, esteroides anabólicos para tener músculos sin la pesadez del ejercicio, multivitamínicos para no comer naturalmente, drogas para no ver la nítida realidad, un filtro fotográfico para no aceptar la apariencia natural, en conclusión, una vida para no ser vivida.
Haciendo todo virtualmente, ¿Cuánto tiempo ahorramos al no tener que ir al banco? ¿o de compras? y este tiempo ahorrado ¿En qué lo estamos usando? Irónicamente ganamos tiempo gracias a la virtualidad para luego perderlo sin saber cómo en la virtualidad.
Supongo que va a llegar el momento donde hartos de todo no haremos nada, no aprenderemos nada, será el paraíso del hastío. La visión del cielo en sentido contrario. Muertos del tedio nos preguntaremos sin poder adivinar la respuesta ¿Qué nos trajo acá? y aunque ensayemos varias opciones de respuesta, no vamos a querer darle la espalda al placebo que nos oculta la realidad.
Si lo pensamos minuciosamente, la máquina si nos va a reemplazar, ya lo está haciendo, y así las cosas, vamos migrando a otros empleos, a otras líneas de trabajo, a otros mundos.
¿El antídoto? se trata de aprender de manera profunda, repasar uno a uno los mecanismos del cómo pensamos – metacognición-, siendo tan profundos como sea necesario. Y esto nos deja con el sin sabor, frente a un abismo: quienes quieren todo más fácil, les será más fácil, quienes lo hacen todo cada vez más profundo y consciente, todo les será más profundo, la inteligencia y el aprendizaje como filtro natural de la humanidad para crear dos nuevas categorías. Los perezosos a un lado, los que aprenden profundamente al otro.
Pero, antes de profundizar ¿qué es la IA y para este caso más específico la IA Generativa?
Vamos a terrenos más seguros, bajando un poco el volumen filosófico de este texto, definiendo lo que es la IA. Luego de revisar cientos de fuentes podemos ver los siguientes puntos de encuentro con una definición precisa: “simulación de inteligencia humana por máquinas” En esto Chat GPT está de acuerdo:
Y en el caso de la IA Generativa, es la IA usada para crear contenido nuevo (texto, imágenes, audio, código, etc.) a partir de patrones aprendidos. Modelos como ChatGPT, DALL·E o Midjourney pertenecen a esta categoría.
Esta distinción entre IA e IA Generativa es necesaria, muchos vienen confundiendo los términos al pensar que usar IA es sinónimo de usar algún asistente de estos, pero es un ejercicio mucho más amplio.
Ahora, gran parte de las máquinas usadas en la industria son computadoras con software y hardware, antes eran solo hardware (pequeñas o grandes máquinas operadas siempre por humanos), y antes eran solo utensilios como cuchillos, ruedas, piedras y palos, operadas siempre por humanos. Por esto podemos sostener que esas primeras herramientas fueron el inicio de la IA, en sentido estricto, la intención de los primeros homínidos era usar esos instrumentos para una finalidad, usar estas herramientas precarias fue uno de los primeros procesos artificiales y tareas complejas que llevaron a cabo.
Y para entender la IA en los tiempos actuales, basta pensar en que esa herramienta rudimentaria usada miles de años atrás, hoy en día pudiese usarse a sí misma como si tuviera vida y una intención, sin la necesidad de un humano que la opere. Que ese cuchillo, rueda, piedra o palo, aprendiesen por sí mismos a hacer la tarea. ¡Qué extraño que en la antigua Grecia existieron filósofos presocráticos que defendían una perspectiva hilozoísta de las cosas, la materia está dotada de la capacidad de actuar! A veces creo que vamos avanzando hacia el pasado, no al futuro, creando o descubriendo lo que ya se existía.
Estamos rodeados de IA, ahora mismo hay decenas de aparatos en tu casa que se “manejan solos”, un reloj que avisa de la hora, un TV que por inactividad se apaga solo, un microondas que calienta a la hora indicada, un celular que zumba lleno de notificaciones.
Por todo esto ¿Cuál es el miedo actual? Que las máquinas se operen solas, pero bueno, ya lo hacen, el internet de las cosas es una realidad desde hace más de una década. Y ya no es tan extraño que la impresora haga algún ruido o que un tv se prenda sin aviso. O que el mouse mueva el puntero con vida propia sin que nadie lo opere. Cuando esto pasa surge una exclamación común que seguro todos hemos usado es: “esta máquina está loca” … ¡Qué extraño que nos acostumbremos a esa locura!
Así que seamos tercos y preguntémonos de nuevo, ¿cuál es el miedo?, que las máquinas tengan consciencia y se revelen en sus tareas, y con su poder nos ataquen, nos esclavicen. Ya hemos visto demasiado cine, los extraterrestres siempre han querido lo mismo, esclavizarnos, nunca vienen en son de paz y si lo hicieran, no les creeríamos, y seguro de ser así, de que vengan en real son de paz, terminaríamos por domeñarlos.
Así como cobra más fuerza la teoría de que los seres humanos acabamos con las otras especies coetáneas de homínidos a punta de violencia y sangre. Luego hemos venido haciendo lo mismo con los animales, y al final incluso con nuestros mismos amigos, parientes y cónyuges, la suerte está echada, somos profundamente violentos y dominantes, una aura de inconsciente colectivo histórico nos obliga a hacer siempre lo mismo, y en esencia el capitalismo es eso, dominar y tener el poder, antes esto mismo lo reflejaba la iglesia en su visión evangelizadora al igual que los imperios en su visión expansionista.
La verdad, y esto lo digo a título personal, no tengo miedo de la consciencia en las máquinas, como ya lo hemos dicho en nuestras editoriales, si ni siquiera sabemos lo que es la consciencia ni cómo se origina, ¿cómo saber si la máquina la tiene? primero resolvamos el problema de qué es la consciencia y cómo se genera, antes de creer que la IA tiene consciencia…
Y por ahora sigamos avanzando en el problema central que queremos plasmar, el aprendizaje en los tiempos de la IA Generativa y cómo podemos estar asesinando el aprendizaje.
Le tengo miedo…
Le tengo más miedo a los impactos en el aprendizaje, tanto los positivos como los negativos, veo en el presente cercano y en el futuro próximo una nueva división social, un nuevo modelo de castas, de categorización, los que saben versus los que no saben, y peor aún, los que saben aprender – metacognición-, versus los que no saben aprender o suponen que saben.
Expliquemos esto mejor, históricamente hemos visto a las profesiones envueltas en un proceso de aprendizaje, un científico, un hombre de negocios o un artista ha alcanzado sus metas con base en el aprendizaje, ha aprendido tanto que tiene una ventaja competitiva y saben cómo actuar para obtener un resultado esperado.
Recuerda que estamos en #MMMESE Mayo Mes de la Metacognición ESE.
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Escrito por: Eduardo Montoya Castañeda – Director general ESE – Latam.