Didáctica de Comenio en la actualidad

Didáctica de Comenio en la actualidad

 

Te has preguntado alguna vez ¿quién fue una de las primeras personas que hablaron sobre la didáctica? ¿Cómo llegamos a las  nuevas definiciones sobre didáctica? 

 

En esta oportunidad intentaremos darle respuesta a estos interrogantes a partir del texto  “La didáctica magna” escrito por Juan Amos Comenio en 1632, relacionándole con la actualidad.

 

En este libro el padre de la pedagogía estableció tres principios básicos para el desarrollo didáctico, los cuales marcaron un hito en la historia de la formación debido a su importancia y pertinencia para la época en la que fue escrito. 

 

Principios básicos de la didáctica según Comenio:

  1. La didáctica es una técnica y un arte.
  2. La enseñanza tiene por objetivo la enseñanza de todo por parte de todos. 
  3. Los procesos de enseñanza – aprendizaje se caracterizan por la rapidez y la eficacia, así como por la importancia del lenguaje y la imagen. 

 

La didáctica es una técnica y un arte

No es un secreto que en 1.640, año en el que fue publicado el libro, los procesos de enseñanza no estaban regulados, y era habitual encontrarse con interacciones y procesos que estaban mediados principalmente por el castigo y la amenaza; situación que aún sigue vigente en algunas interacciones educativas.

 

Comenio plantea que esta relación autoritaria con el conocimiento inhibe las conductas de aprendizaje e impide la creatividad y el ingenio puesto que el conocimiento deja de ser producto de la curiosidad innata de quién aprende y se convierte en un proceso de imposición y regulación. 

 

En este sentido y alejados de estas concepciones autoritarias la educación responde al arte de “hacer germinar las semillas interiores que se desarrollan no por incubación sino cuando se estimulan con oportunas experiencias”. Esta definición trae consigo un método pedagógico el cual tiene como principio: la inducción, la observación, los sentidos y la razón. 

 

El docente es el artista que se encarga de llevar a cabo su arte a través de una técnica sencilla: proceder de lo conocido a lo desconocido y de lo simple a lo complejo. En este sentido el docente debe conocer previamente lo que va a enseñar y evitar avanzar mientras los conocimientos básicos no estén firmes en la mente de quién aprende. Es decir, que no hay una receta clara y definida para llevar a cabo el arte de la enseñanza, ésta se desarrolla a partir de la técnica del descubrimiento, la observación, los sentidos y la razón. 

 

La didáctica en tanto arte y técnica se encarga de estimular el aprendizaje a través de experiencias variadas, comprensivas y no memorística que integra la creatividad humana, la teoría y la práctica y fomenta el estímulo del pensamiento a través de situaciones de crisis que exigen del estudiante la aplicación de su experiencia y el conocimiento adquirido. 

 

¿Estamos cumpliendo con este primer principio?

 

La enseñanza tiene por objetivo la enseñanza de todo por parte de todos.

Cuando Comenio escribió su texto, la formación estaba destinada exclusivamente a una clase social: aristócratas y nobles. Por tanto, estableció que la educación debía ser igual para todos. Esta premisa supone el acercamiento de las grandes disciplinas a las diferentes clases sociales, a todos los géneros y las diversas inteligencias que nos podemos encontrar.

 

En la actualidad es habitual encontrarse con escuelas y procesos que si bien pretenden impactar en las regiones más vulnerables de la sociedad, no es suficiente para encarnar este principio puesto que los conocimientos están cargados de aprendizajes que en muchas ocasiones resultan excluyentes.  

 

La enseñanza de todo por parte de todos requiere de la disposición del tiempo, los objetos y el método; de esta manera no será difícil enseñar todo. Esta premisa supone el hecho de que conocerlo todo es casi que imposible, o por los menos denota muchísimo tiempo. Por ello se establece que enseñar todo es a la vez la enseñanza de las ciencias y principios básicos definidos previamente por el contexto socio cultural en el que esté inmerso el conocimiento. 

 

La visión espiritual y natural con la que Comenio veía la enseñanza y el aprendizaje buscaba reivindicar a las clases sociales más bajas pero también asegurarse de no excluir a ninguna edad ni género, puesto que para la época pocos podían acceder. Si bien esto ha cambiado con el tiempo, aún es común en la sociedad y en las escuelas que el conocimiento esté fragmentado y dispuesto en muchas ocasiones de manera exclusiva a unas clases sociales en particular. 

 

Por ejemplo es común encontrar en la educación privada áreas referidas a la oralidad, la investigación y el emprendimiento mientras que en la educación pública esto no es posible por la cantidad de estudiantes o los docentes disponibles. En este sentido, la premisa de Comenio fallaría. 

 

Es así como se hace evidente que el cumplimiento de este principio aún no se logra completamente. 

 

Los procesos de enseñanza – aprendizaje se caracterizan por la rapidez y la eficacia, así como por la importancia del lenguaje y la imagen. 

El tercer principio es mucho más claro si entendemos que para Comenio la educación es posible y se hace efectiva en la edad infantil. La educación primaria encarna los tres principios básicos en tanto busca incluir al infante en el mundo. Esto implica dar a conocer la naturaleza de todas las cosas, así como enseñar todo lo necesario para ser incluido dentro de la sociedad. 

 

Posterior a este proceso inicial el docente para ser rápido y eficaz en la transmisión se propone darle un lugar importante al lenguaje y a la imagen, en tanto son herramientas claves para la comunicación y la apropiación de experiencias, así como también son necesarios para instaurar conocimientos y propiciar nuevas experiencias que motiven y confronten al aprendiz en su proceso de formación. 

 

La didáctica en la actualidad.

Actualmente este último principio se hace evidente en las experiencias que propicia el docente para lograr un aprendizaje significativo. Esto es, pensar mucho más allá del lenguaje y de la imagen como únicas herramientas para la transmisión, puesto que desde el momento en el que se escribió el texto el contexto ha cambiado así como también los conocimientos y los intereses de quién aprende y de quién forma. 

 

Para llegar a ser rápido y eficaz en los procesos de enseñanza – aprendizaje, lo primero que debemos hacer es pensar en cuál es la meta que queremos alcanzar; esto supone la definición de resultados de aprendizaje, los cuales indican lo que el estudiante podrá hacer y demostrar en un periodo de tiempo determinado. 

 

Teniendo claro hacia dónde vamos lo segundo será saber cómo el estudiante podrá evidenciar el aprendizaje esperado, esto es definir las estrategias de evaluación y enseñanza. Pero ¿Cómo sabemos que estamos eligiendo las estrategias más adecuadas para nuestra meta de aprendizaje? Elegir una estrategia sobre otra no es tarea fácil, sin embargo dentro de los principios de la rapidez y la efectividad encontramos el diseño de secuencias didácticas coherentes con resultados de aprendizaje, que permiten ordenar de forma lógica un conjunto de actividades de aprendizaje que esperan propiciar las experiencias necesarias para lograr un aprendizaje.

 

La secuencia didáctica.

El diseño de la secuencia didáctica se centra en la elección de las mejores actividades de aprendizaje, las cuales se refieren a las diferentes estrategias diseñadas por el docente para exponer al estudiante a situaciones donde a través de su experimentación podrá acceder a un conocimiento en particular. Esta exposición al conocimiento implica que el docente elija las estrategias más adecuadas a las intenciones  y metas que se quieren alcanzar; sin embargo, como esto es difícil de determinar con tan solo la definición de la secuencia didáctica, es necesario considerar los proceso de evaluación, no solo del aprendizaje sino también de la implementación y el impacto que tuvo la secuencia aplicada. 

 

Siempre evaluar.

El tercer paso para llegar a ser rápido y eficaz será la evaluación del proceso llevado a cabo y el análisis posterior de los resultados para determinar si la secuencia diseñada cumplió con el resultado de aprendizaje esperado y si las estrategias elegidas fueron las más adecuadas. Para este fin podemos hacer uso de la heteroevaluación, la autoevaluación y la evaluación de pares como herramientas claves para recoger información y realizar un análisis mucho más completo. 

 

Finalmente podemos entender que la didáctica en sí misma es mucho más que un conjunto de recetas para llevar a cabo el proceso formativo. Se trata de ordenar y definir lo que se va a enseñar, a quién se dirigirá y el método más adecuado para hacerlo, de acuerdo a las intenciones y necesidades del contexto al cual nos enfrentemos.

 

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Escrito por: Daniela Cardona –  ESE – Latam.

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