Aseguramiento del Aprendizaje

Aseguramiento del Aprendizaje

¿Qué es el aseguramiento del aprendizaje?

¿Qué pasaría si debes exponer ante los pares académicos los avances que hasta el momento tienen tus estudiantes respecto al alcance de  los Resultados de Aprendizaje propuestos? ¿Qué sería lo primero que harías?

 

Posiblemente lo primero que harías sería mostrar las calificaciones más altas de las evaluaciones del proceso formativo como evidencia de que hay un aprendizaje, o que por lo menos está en proceso. Pero ¿será suficiente la evaluación y la calificación para determinar el aseguramiento del aprendizaje?

 

Desde esta perspectiva definimos el aseguramiento del aprendizaje como un conjunto de prácticas que pretenden determinar si la promesa de formación realmente se está cumpliendo. 

 

Las evaluaciones y sus calificaciones solo son una pequeña parte de lo que significa en un aula de clase o en un programa académico, determinar el nivel de alcance de un aprendizaje. Este proceso también incluye la revisión de resultados, la retroalimentación constante y la elección de instrumentos que realmente evalúen y evidencien el aprendizaje esperado. 

 

En ese sentido, se establece que para asegurar el aprendizaje tenemos a disposición tres elementos básicos que son indispensables para medir y determinar el impacto de lo que hacemos con los estudiantes, esto es: 

    1. Definición de metas: Este punto se refiere a la definición de resultados de aprendizaje así como el análisis institucional que se realice del aporte relativo y el valor agregado que se está alcanzando.
  • Diseño de Rúbricas: Este segundo punto condensa los criterios para valorar los desempeños así como los insumos para ofrecer retroalimentaciones oportunas a  los estudiantes y que los docentes puedan acceder a la información necesaria para realizar los ajustes requeridos al proceso que se está llevando a cabo. 
  1. Instrumentos de evaluación: Por último aparecen los diferentes instrumentos evaluativos como una herramienta que permite recoger información oportuna del proceso y de los resultados finales que dan cuenta del nivel de apropiación de los aprendizajes. 

 

Definición de metas

El primer paso en el aseguramiento del aprendizaje comienza con la definición de R.A (Resultados de Aprendizaje) ya que son éstos lo que determinan hacia dónde queremos llegar. Sin embargo, para llegar a construirlos adecuadamente se hace necesario un proceso de revisión de la misión institucional y la definición de los perfiles de egreso como insumo para representar aquello que se quiere lograr al finalizar el proceso de formación desde la visión institucional y particular de cada programa académico. 

 

En este sentido, el aseguramiento del aprendizaje inicia con la definición de metas conjuntas que reúnen la propuesta de formación desde la cual el estudiante medirá si cumplió o en qué nivel de apropiación los alcances de los aprendizajes. 

 

Aporte relativo y valor agregado 

Dentro de la definición de metas encontramos dos aspectos fundamentales para tomar decisiones sobre lo que esperamos de nuestros estudiantes; esto es la definición de aporte relativo y valor agregado. 

 

El aporte relativo se refiere a la contribución que realiza la universidad a la definición de competencias esperadas. Éstas quedan consignadas en el perfil de egreso y dan cuenta de la propuesta de formación que se tiene para alcanzar una misión y visión institucional para la formación. 

 

El valor agregado por su parte se refiere a los estudios y análisis que se realizan para determinar el avance que ha tenido la población estudiantil desde el momento que comenzó la formación hasta el momento en que se realiza la medición. Esto con el fin de tomar decisiones respecto al avance obtenido y los aspectos que faltan aún por fortalecer. 

 

Estos dos conceptos nos hablan directamente del aseguramiento del aprendizaje en tanto determinan la calidad de la educación que se quiere impartir y ofrece información suficiente para tomar decisiones respecto a si las metas planteadas están siendo alcanzadas y en qué puntos se tendrían que aplicar cambios a nivel institucional. 

 

Sin estos dos aspectos esenciales en la definición de metas, lo más probable es que se definan R.A difíciles de alcanzar o inoportunos a las necesidades de formación. 

 

Diseño de Rúbricas 

El segundo elemento que tenemos a disposición para asegurar el aprendizaje es el diseño de Rúbricas. Dentro del proceso formativo estás determinan los criterios evaluativos y los niveles de desempeño esperados de forma objetiva e imparcial. Tras la definición de R.A es de suma importancia preguntarnos por los alcances mínimos y máximos que esperamos de los desempeños de los estudiantes. Solo así se pueden establecer procesos de medición objetivos. 

 

Probablemente en algún punto te preguntarás por el sentido que puede llegar a tener buscar con tanto ahínco la objetividad de un proceso evaluativo; pero cuando observamos los efectos que genera sobre el estudiante tan solo la asignación de una puntuación, la inquietud se vuelve obvia. 

 

Ahora bien, está claro que la rúbrica comunica resultados pero es natural que estos hallazgos se queden exclusivamente en el análisis que hace el docente, generando que el estudiante tenga poca información de su proceso y acceda exclusivamente a la calificación. No obstante, el efecto que produce ésto acompañado de un proceso de retroalimentación constante y oportuno permite al estudiante el conocimiento de los avances obtenidos en su proceso y al docente obtener información suficiente y oportuna para realizar ajustes, en caso de que se requieran. 

 

Es por lo anterior que para alcanzar un camino hacia la objetividad y asegurar el aprendizaje será indispensable comunicar a tiempo los  descriptores con los que será evaluado el estudiante y también tras la realización del ejercicio, comunicar los desempeños obtenidos. 

 

Instrumentos de evaluación

Finalmente, para asegurar el aprendizaje tenemos el diseño de instrumentos de evaluación que realmente midan aquello que esperamos. Para este fin tenemos a disposición cuatro grandes grupos de instrumentos (orales, escritos, test, laboratorios y trabajos de campo) que nos permitirán elegir aquellos que sean funcionales a lo que pretendemos. 

 

Si queremos asegurar el aprendizaje de nuestros estudiantes a nivel institucional y en cada una de las asignaturas, será indispensable recoger información y contrastar los desempeños obtenidos desde el momento inicial hasta el punto de la medición, esto con el fin de analizar y tomar decisiones oportunas respecto al camino que se está ejecutando. Por ello, la elección del instrumento adecuado será clave y esto siempre dependerá de los R.A diseñados y de los criterios y desempeños esperados. 

 

En esta parte del aseguramiento del aprendizaje el docente ejecuta tres fases importantes que le ayudarán a tomar las decisiones necesarias: 

  1. Fase objetiva: donde el docente con ayuda del instrumento aplicado recoge la información sobre el aprendizaje. Es decir, determina a secas si el concepto fue entendido, si las habilidades fueron alcanzadas tal como se esperaba.
  2. Fase subjetiva: donde el docente analiza los resultados obtenidos en relación a la meta esperada determinando qué es aquello que le falta y el camino más oportuno para llegar. 
  3. Fase operativa: donde el docente pone en marcha la toma de decisiones que pensó durante la fase subjetiva. Esta fase corresponde en últimas con acciones prácticas que se eligen en medio del proceso para ajustar y finalmente alcanzar aquello que nos hemos propuesto. 
  4.  

En conclusión, si queremos asegurar el aprendizaje de nuestros estudiantes y además comunicarlo, es indispensable trascender el diseño de metas y ejecutar un conjunto de acciones durante el proceso formativo que garantizarán el acceso a los resultados obtenidos pero también el análisis y la toma de decisiones oportunas para medir el alcance de los aprendizajes y determinar las decisiones que deben tomarse para redireccionar el proceso en caso tal de que aún faltan aspectos por alcanzar. 

 

Para terminar, en este caso nos hemos centrado en los procesos que se deben llevar a cabo para definir la meta en términos de aprendizaje y medir si se ha alcanzado. Capítulo aparte será nombrar de forma detallada cómo se planea el proceso de aprendizaje, en otras palabras, la  secuencia didáctica. Tema del cual hablamos en esta editorial.

 

Escrito por: Daniela Cardona –  ESE – Latam.

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